En una bandeja ponemos la bebida de avena y encima de ésta las rebanadas de pan de The Rustik Bakery. Dejamos 30 segundos por cada lado para que absorban bien el líquido. Es importante no dejarlas más tiempo, porque podrían romperse.  

Pelamos las naranjas y troceamos las naranjas, vertiéndolas en un recipiente dejándolas listas. 

Batimos el huevo y lo vertemos por encima de las tostadas empapadas en leche. Cubrimos bien toda la superficie, volteamos y vertemos sobre el otro lado. Deben quedar bien cubiertas de huevo. 

Calentamos la plancha y cuando esté caliente ponemos la mantequilla. Cuando se haya desecho la mantequilla colocamos las tostadas a fuego medio. El secreto para que las tostadas queden en su punto es hacerlas a fuego medio. Debemos dar tiempo a que tomen cuerpo. Inicialmente son muy delicadas, pero conforme se van haciendo dejan de serlo.  

Ponemos por encima de cada tostada una pizca de canela.  

Pasados 5 minutos damos la vuelta a las tostadas. Habrán empezado a tomar un color doradito tan característico que las hace apetecibles. Añadimos otra pizca de canela.

Cuando las tostadas hayan tomado color por sus dos caras, las podemos emplatar.

Están buenísimas tal cual, aunque una buena guarnición ayuda a disfrutarlas mucho más.  Ponemos la naranja en trocitos y el chocolate por encima, que al estar calientes las tostadas se funde y queda delicioso.

Finalmente vertemos una cucharada generosa de sirope de arce por encima. 

Receta de Mirmiam Rodríguez (@dulce_muffin)